Una de las grandes intrigas que la gente tiene a la hora de preguntarme (aparte de: ¿este tatuaje te lo has hecho tú?) es sin duda la de: ¿Cómo aprendiste a tatuar? Sin duda los tatuajes se han puesto ahora más de moda que hace 10 años, mucha culpa de esto lo tienen David Beckham, quien popularizo su tatuaje del angel en la espalda, y que al salir continuamente en televisión (y ser una estrella) mucha de la gente que antes no se atrevía o quería hacerse un tatuaje, se lo hizo. Claro, también “gracias a él” mucha gente que antes veía los tatuajes como algo horrible, empezó aceptándolo (no todos, pero muchos sí)
Después vino toda aquella época y el boom de Miami Ink, ya saben, aquella serie de televisión/reality show que emitía Discovery Chanel y enseñaban como era la vida en un estudio de tatuajes, desde las consultas de los clientes, la elección de imágenes de tatuajes, el motivo detrás de sus tatuajes con motivos, y como no, el momento de hacer el tatuaje en sí. Aquel programa fue todo un éxito, logrando después ediciones en otras ciudades como L.A y N.Y.C, incluso habiendo llegando una edición a Europa (pero de eso hablaremos otro día)
Volvamos al tema, si uno quiere aprender a tatuar tiene muchas maneras para lograrlo. Unas más fáciles otras más difíciles, otras éticas y otras no tanto. Hablemos de la manera ética y de la fácil (y a veces muy difícil) expliquemos porque:
Lograr ser discípulo de tatuador es la manera más ética y en teoría más fácil, pero se convierte en difícil porque el 90% de tatuadores no van a querer enseñarte si entras al estudio y pides un aprendizaje. Si eres mujer y estas buena, seguramente acepten enseñarte (a cambio de enseñarte antes otra cosa) Este mundo -por desgracia- funciona asi. Ser díscipulo es la manera más justa para que aprendas, pero poder optar a esa opción no será nada fácil…
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