Seguramente habrás visto publicitado en multitud de lugares los tatuajes temporales que pueden llegar a durar hasta seis meses. ¿Pueden hacerse este tipo de tatuajes? Sentimos decepcionaros pero, actualmente es imposible realizar tatuajes con tinta que desaparezcan a los pocos meses.
Entonces… ¿nos están engañando los que afirman que es posible hacerlos? Sí, ya que por muy habilidoso que consideren como artistas y prometan que la tinta no va traspasar más allá de la epidermis, esta se acaba introduciendo en la piel como si se tratara de un tatuaje permanente. Lo único que puedes conseguir con este tipo de diseño, es un tatuaje mal hecho en el que tengas que invertir dinero para eliminarlo de tu piel con láser o para cubrirlo con otro de mejor calidad.
Alternativas a los tatuajes temporales con tinta
Si lo que quieres es algo temporal y caer en este tipo de engaño, existen multitud de alternativas a las que puedes acudir, cuyos resultados se aproximan cada vez más a un tatuaje permamente. ¿Qué otros tipos de tatuajes temporales existen?
- Henna. Es uno de los tatuajes temporales más populares que existen y posiblemente uno de los más duraderos. Dependiendo de la destreza que tenga quien realice este tipo de técnica, esta puede durar en tu piel entre tres semanas y un mes.
- Flash. De tamaño generalmente pequeño, este tipo de tatuajes son aptos para todos aquellos que quieran destacar en un determinado evento. ¿Qué tienen de especial? Su efecto dorado o plateado (depende del modelo que elijas) y que son tan fáciles de poner como aquellas calcomanías que aparecían en las golosinas que nos comíamos cuando éramos pequeños.
- Adhesivos. Herederos de las calcomanías, los tatuajes adhesivos han comenzado a cobrar un gran protagonismo gracias a la gran calidad de sus diseños. Ya no son simples dibujos que parece que hayan sido sacados de tu cuaderno de plástica del colegio, ahora tienen la misma apariencia de un tatuaje de verdad y sin los pequeños inconvenientes que este tiene.
¿Cómo se aplican los tatuajes adhesivos? De la misma manera que las calcomanías: se retira el plástico que tienen para proteger el dibujo, se aplica sobre una zona sin pliegues de la piel (con pliegues se deteriora mucho más rápido) y con una esponja o paño húmedo se presiona durante más o menos treinta segundos para que se fije bien. Pasado este tiempo, con mucho cuidado se retira la parte en la que estaba pegada el diseño y podrás empezar a presumir de tatuaje