Un exquisito tatuaje realizado por la artista Sarah Miller, en el que se representa a una mujer disfrazada con un recargado disfraz veneciano.
Disfraz, lleno de colores brillantes, plumas y elementos florales, al que acompaña una preciosa máscara de porcelana con aplicaciones doradas que sujeta su dueña en actitud sorprendida.