Un inquietante motivo realizado por Nathan Evans durante su estancia en el estudio Black 13 Tattoo de Nashville. ¿Qué tiene de inquietante? Ser elegido por una persona para tatuárselo, ya que este tipo de animales han sido considerados desde tiempos inmemoriales, como la encarnación del maligno.
Una identificación, que parece conocer bastante bien su dueño, a juzgar por el tercer ojo de su frente, su piel verde y la sangre que cae de su boca.