Un fantástico retrato, creado por el genial artista Rich Handford, en el que no falta ni uno de los detalles más característicos de este animal: unos ojos brillantes llenos de inteligencia, las orejas de forma triangular y su ese hocico bicolor.
Retrato, al que acompaña una cuerda de color dorado, con la que se sujeta a su cabeza una calavera.