Cuidar las cejas tatuadas

La micropigmentación de cejas es un procedimiento estético que se utiliza para embellecer, corregir y repoblar el área de las cejas para recrearlas – cuando se han perdido– o mejorar su apariencia – por problemas estéticos, como falta de pelo o asimetría–.

Es uno de los tratamientos cosméticos más comunes en salones de belleza por sus buenos resultados. Si se aplica correctamente, las cejas lucen naturales y elegantes. Como un dabalash original.

Si estás pensando aplicarte micropigmentación en las cejas, o lo acabas de hacer y desconoces qué hacer después, te encuentras en la publicación indicada. Veremos distintos consejos sobre cuidar las cejas tatuadas que te serán de muchísima ayuda.

¿Preparada? ¡Vamos a ello!

Cuidados de las cejas tatuadas

Los cuidados después de la micropigmentación de cejas son muy importantes. La mayoría, seguramente, te los dirá el profesional de cosmética, pero siempre quedan algunas dudas o uno que otro consejo que pasan desapercibidos.

En todo caso, aquí una lista de consejos para cuidar las cejas tatuadas y mantenerlas en óptimas condiciones:

Cuidar cejas tatuadas

Aplicar frío

Tatuarse las cejas es inyectar pequeños pigmentos en el área de la ceja para repoblarla o corregirla. Aunque es un tratamiento indoloro, puede producir un leve enrojecimiento o hinchazón.

Para mitigar estos “efectos secundarios de la micropigmentación de cejas”, aplica frío.

Las propiedades antiinflamatorias del hielo, por mencionar un ejemplo, ayudarán a que te sientas mejor y la hinchazón baje. Especialmente los primeros días después de la aplicación de los pigmentos.

Hidratar la zona

Además del enrojecimiento e hinchazón, el área de la ceja también tiende a resecare. Para evitar esto, te recomendamos mantener hidratada la zona, al menos, 3-5 veces al día.

Para ello puedes usar una crema curativa con propiedades hidratantes.

Además de mantener la zona fresca, la mayoría de estas cremas cuentan con ingredientes como Vitaminas A y D, que son esenciales nutrir la piel y evitar que se escame.

No rascar la ceja

Sí, sabemos que, en las horas posteriores después de tatuarse, la comezón es tan intensa que provoca arrancase los pigmentos con las uñas. Pero, por más que te pique y moleste, no te rasques ni estrujes la ceja, ya que puedes dañar el tratamiento o distorsionar el trazo tan espectacular que realizó el profesional de cosmética.

Limpia las cejas

Que no podamos rascarnos, ni frotarnos, no significa que debamos olvidarnos completamente de las cejas. Todo lo contrario. Allí se acumula suciedad, y eso solo implica que existe un riesgo a que se infecte, lo cual es malo para el futuro de la pigmentación y tu bienestar general.

Por tanto, debes limpiar de manera suave la ceja para barrer los restos de basura y suciedad. Aplica un poco de agua tibia, al menos tres veces al día, sin restregar la zona tatuada.

Basta con que eches un poco de agua y luego te pongas una toalla limpia sobre la ceja –sin frotar, por si quedaba alguna duda–.

No te maquilles

Este consejo va en sintonía con el anterior. Y es que debes evitar maquillarte cerca de la zona del procedimiento, puesto que puede infectarse y promover la acumulación de bacterias. Evita cualquier tipo de maquillaje, al menos, hasta que las cejas hayan cicatrizado completamente.

Evita el contacto directo con el sol

Parece sorprendente, pero el sol puede desvanecer la pigmentación de tus cejas. Si vamos al descubierto, al menos en las primeras horas y días después del tratamiento, los rayos UV pueden distorsionar el tono y la profundidad de nuestras cejas.

Cuidar micropigmentación de cejas

Te recomendamos aplicar un protector solar sobre el área antes de exponerte al sol durante las primeras 5 semanas. Los sombreros o gafas grandes que cubren las cejas también son de ayuda.

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