Un tatuaje que todos los amantes de Dragon Ball desearían tener sobre su piel, en el que se representa el momento en el que hace su aparición el dragón Shenlong.
Una criatura mítica, magistralmente dibujada por el tatuador Gabriel del Coretta Tattoo Studio, a la que los protagonistas de la serie solían llamar para reparar el enorme desastre causado por algún poderoso enemigo.