Una preciosa niña de cinco o seis años que se protege de los gases tóxicos de la guerra con una máscara de gas, creada originalmente por la inconfundible mano de Banksy.
Niña, que ha sido tatuada sobre el antebrazo de su dueño, con la que se quiere representar la dificultad de los niños para tener una vida normal en las zonas de conflictos bélicos.