Un niño dibujado en el centro del pecho de un hombre por el tatuador Lars Uwe, que parece estar bajo la influencia de algún tipo de éxtasis místico.
Niño, al que rodean toda una serie de elementos relacionados con el judaísmo, entre los que destacan las dos hojas de color amarillento llenas de textos escritos en hebreo que flanquean su cabeza.