Un niño, de edad comprendida entre los 8 y los 10 años, al que la artista Jen Zie ha dibujado abrazándose con fuerza a la figura de un enorme lobo.
Lobo, que se vuelve hacia él para demostrarle que nada tiene que temer a su lado, el cual ha sido definido en la espalda de su dueño con líneas de color negro y pequeños puntos grises con los que se representa su pelaje.