Desde que el siglo XIX se pusiera de moda el exotismo, miles de personas han viajado al Lejano Oriente para descubrir en primera persona todos los detalles sobre esas fascinantes culturas de las que los grandes aventureros hablaban en sus libros y en los artículos de los diferentes periódicos de la época. Viajes, llenos de animales extraordinarios y culturas realmente sorprendentes de los que la mayoría de ellos volvían llenos de vivencias y unas ganas enormes de repetir la experiencia.
Uno de los países más atractivos para los inquietos viajeros, es Japón, un lugar lleno de contrastes, al que los amantes de los tatuajes debemos uno de los estilos más espectaculares: el Irezumi.
¿Qué es el estilo Irezumi?
El Irezumi, es el estilo que llevan cultivando los japoneses desde hace varios siglos. Utilizado en primer momento con fines puramente decorativos, el paso del tiempo y la criminalización de los tatuajes en siglo XIX, hizo que este tipo de tatuajes acabara uniéndose a las pieles de los integrantes de la peligrosísima mafia japonesa, la Yakuza.
Afortunadamente, no fueron los únicos que han contribuido a que este ancestral estilo sobreviviera, también ayudaron bastante los extranjeros que se arriesgaban buscando a los maestros que seguían tatuando en la clandestinidad.
Este arte, cuyo nombre significa insertar tinta debajo de la piel, se caracteriza por tener: un alto grado de detalle, diseños de enorme formato y muy intrincados y gran colorido.
¿Cuáles son sus diseños más característicos?
Los diseños más tradicionales, son aquellos en los que predominan las tonalidades verdes y azules, las cuales eran las que los artistas más antiguos utilizaban para introducir en la piel de sus clientes con objetos tan diferentes como cinceles o gubias.
Aunque actualmente este arte se ha abierto a las influencias occidentales, los diseños más característicos son: dragones, demonios, flores, animales, hojas, seres mitológicos y representaciones del folklore japonés.
