En estos tiempos en los que nuestras vidas están cada vez más dirigidas por la tecnología, parece improbable que haya algo que pueda ser capaz de sorprendernos; y sin embargo, siempre hay cosas que pueden asombrarnos como por ejemplo, la nueva tendencia que ha surgido en el mundo de los tatuajes: los tatuajes bordados.
Tatuajes bordados, una nueva moda impresionante
No, los tatuadores no se han vuelto locos y se han puesto a bordar en la piel de sus clientes como si el espíritu de sus abuelas se les hubiera metido en el cuerpo. Lo que han hecho es crear un nuevo tipo de tatuajes en los que se imita el efecto del bordado (de forma bastante impresionante) sobre la piel.
Un efecto, para el que los creadores de esta nueva moda utilizan un truco que hemos visto cientos de veces en la pintura, los dibujos animados o en los edificios de las ciudades: el trampantojo.
¿Qué es el trampantojo y cómo se relaciona con este tipo de tatuajes? Un trampantojo, no es ni más ni menos que un efecto visual que engaña a nuestros ojos. Engaño que al estar realizado con los elementos que nuestro cerebro conoce, nos hace pensar que lo que estamos percibiendo es verdadero (aunque realmente se trate como en este caso de tinta sobre la piel)
¿Cómo se realizan los tatuajes bordados?
La técnica utilizada para dar vida a estos fabulosos diseños se sustenta en dos elementos: el colorido y el manejo de los volúmenes.
Cómo muy bien se puede apreciar en la foto que hemos utilizado un poco más arriba, los artistas juegan con nuestro cerebro utilizando el volumen y la perspectiva para simular los diferentes tipos de puntadas que se realizan para bordar cualquier diseño en la tela.
¿Y el colorido de qué manera interviene? El colorido aporta a estos tatuajes la profundidad necesaria para que nuestros ojos interpreten que lo que están viendo es un bordado. Además de profundidad, posibilitan que se pueda jugar con diferentes texturas y se creen efectos tan interesantes como: un bordado de punto de cruz, un trabajo de gran calidad que parece estar bordado en cualquier vestido tradicional o nuestro favorito, los que imitan a esos parches bordados que todos alguna vez, hemos tenido que llevar en nuestra ropa cuando éramos pequeños, para reparar ese agujero que nos habíamos hecho sin darnos cuenta en ningún momento de ello.