Una Matrioska rusa decorada con motivos florales y la amenazante figura de un oso, la cual ha sido colocada sobre el brazo de un hombre, por el tatuador Ghent del Studio Sint Veronica.
Matrioska, que parece estar durmiendo plácidamente, a la que han desprovisto de los coloridos tonos en los que suelen pintarse este tipo de muñecas rusas.