Una máscara japonesa bastante inexpresiva, dibujada sobre casi la totalidad de la piel del brazo de su dueño por el artista afincado en Barcelona, Nicklas Westin.
Máscara, que aparece sumergida en una especie de lago poco profundo, sobre cuya superficie podemos ver flores de cerezo, una cuerda e incluso la pluma de un pavo real.