Dos medios de transporte muy utilizados por los aventureros en siglos pasados, a los que el tatuador Vijf Twee Vier ha enmarcado en dos óvalos creados con cuerda.
Óvalos, que se cierran tanto en su parte inferior, como en su parte superior con dos motivos diferentes, relacionados con la dualidad entre la noche y el día.
En una pierna podemos ver un barco, en la parte superior un sol, y en la inferior una flor que asemeja a un diente de león. En la otra pierna se crea en contraste mostrando un globo (que vuela), una rosa en lugar de un diente de león, y finalmente una luna.
