¿Les suena la palabra Yakuza? ¿Han visto películas japonesas en donde salen los mafiosos? ¿Qué es lo principal que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en ellos? En lo personal dos cosas: elegancia y tatuajes, cuerpos llenos de tatuajes por doquier salvo en la cara. Y el día de hoy precisamente quiero hablar de la mafia japonesa y sus tatuajes.
Para empezar una breve reseña del crimen organizado en Japón, se trata de uno de los mayores grupos delictivos del mundo (se estima que tiene unos 103,000 miembros) y tiene gran influencia en todo el este de Asia. Sus actividades van desde lo ilegal (tráfico de drogas, armas, apuestas y otros productos ilícitos como es la pornografía en Japón) hasta ámbitos de negocios bastante formales. De hecho algunos miembros Yakuza son importantes empresarios o prominentes figuras de la política.
Al igual que todos los grupos delictivos que se convierten en organizaciones, los Yakuza han encontrado en los tatuajes un símbolo de identidad, y que finalmente ha desembocado en todo un estilo de tatuajes.
Historia de los tatuajes japoneses
La historia del tatuaje en Japón tiene sus orígenes casi con la civilización misma, aunque a lo largo de los años la connotación de los mismos ha ido cambiando. Existe información que señala que desde el 300 a.C. los tatuajes se empleaban como una forma de identificación por las tribus de Asia.
Sin embargo el Confucionismo se había propagado por Japón y de acuerdo a sus principios, uno no debe alterar o lastimar su cuerpo, por lo que los tatuajes no pasaron a ser del todo aceptados. De hecho existe una historia dentro del Nojon Shoki (un libro de historia bastante viejo) que un emperador castigaría a un traidor haciéndole tatuar la cara.
De esta forma los tatuajes pasarían a ser vistos de forma negativa casi desde sus orígenes salvo por grupos minoritarios y pequeñas tribus. De allí en fuera el tatuaje comenzó a ser usado como una forma de marcar a los criminales: se les colocaba una barra o un círculo en el brazo.
Durante el periodo Edo, siglo XVII hasta mediados del siglo XIX, se mantuvo esta connotación y el tatuaje se empleó para que un criminal pudiera ser identificado para el resto de su vida. Pero fue precisamente en esta época cuando el tatuaje japonés se convertiría en un arte.
Los criminales tatuados que alcanzaban su libertad buscarían cubrir o embellecer los tatuajes que se les habían hecho, y lo hicieron a través del desarrollo de todo un arte. Los tatuadores perfeccionarían su trabajo y se volvería en una minicultura allegada al lado criminal de Japón.
Por eso no es de extrañar que con el surgimiento de los Yakuza, estos adoptaran los tatuajes con mucho gusto.
Hoy en día en Japón hay una “mayor” aceptación a los tatuajes, pero es mínima, y es que después de tantas generaciones que crecieron asociando este arte al grupo delictivo y más violento, es difícil que puedan ser aceptados al corto plazo.
¿Cómo son los tatuajes Yakuza?
Los tatuajes Yakuza poseen un estilo muy similar al arte tradicional de Japón, en su mayoría contienen una gran carga de colores y se suelen realizar a lo largo de todo el cuerpo con excepción de manos, pies, cuello y cabeza. Algunos símbolos de uso común son los dragones, los peces Koi, demonios japoneses, referencias a los samurái y, claro está, referencias al clan al que pertenecen.
La mafia japonesa posee una de las estructuras más complejas, y de hecho cuenta con miles de clanes, por lo que los miembros suelen tatuarse el símbolo de sus clanes a modo de identidad.
Algo muy importante que debo remarcar es que los Yakuzas no se andan por las calles mostrando sus tatuajes. Esto debido a que ellos los ven como una identidad muy personal e íntima, estos sólo se suelen mostrar en lugares privados y por lo general en reuniones con miembros de sus mismos clan (se desabrochan un poco la camisa, o cuando van a un baño público).
Y hablando de baños, en Japón los tatuajes tienen una connotación muy negativa, y es que alguien con tinta en su piel suele ser visto como miembro de la mafia. Por ello algunos hoteles o balnearios prohíben la entrada a personas con tatuajes (incluso si eres extranjero) debido a que puedes terminar ahuyentando a la clientela.
Así que si vas a Japón y tienes tatuajes, no te molestes si la gente te ve raro, o se mantiene alejada de ti.
La técnica del tatuaje Yakuza
La técnica tradicional de estos tatuajes se conoce como Irezumi y es muy similar al handpicking es decir, la tinta se inyecta punto por punto con una aguja larga y delgada que puede ser de madera, hueso o metal. Este tipo de tatuajes suele demorar mucho tiempo y por ello los precios son muy elevados.
Irezumi de hecho significa “inyectar tinta” o simplemente “Tatuaje”, y su tradición tiene sus orígenes desde tiempos antes de cristo. Existe información que señala que desde el 300 a.C. ya había rituales de tatuajes por todo el oriente de Asia.
A lo largo de 1900s los grupos de Ainus (tribu nativa de Japón) buscaban mantener su identidad milenaria a través de su estilo de tatuajes. Ellos los veían como símbolos de protección y su aspecto dista mucho de los tatuajes que solemos ver.
Hoy en día el Irezumi ha decaído, y la mayoría de los tatuadores en Japón lo hacen con máquinas para tatuar y agujas. Sin embargo hay algunas personas que siguen optando por irse al modo tradicional.
Ya por último les invito a ver más fotografías de tatuajes japoneses aquí mismo en el sitio.
Cuánto puede costar un tatuaje japonés
Y ya de agregado y para finalizar. Después de haber visto todas estas fotos de gente con todo el cuerpo tatuado seguramente te habrás quedado pensando ¿Y cuánto cuesta una transformación de ese nivel? Respuesta breve: mucho. Dependiendo del artista un trabajo de esta magnitud supera los $35,000 dólares pero podría incluso llegar a valer cientos de miles.
Pero más allá del precio lo impresionante es el tiempo que pueda llegar a tomar. Un trabajo como estos puede tomar hasta 5 años después de un par de sesiones semanales y de unas 3 ó 4 horas.
¿Se animan?